Él siempre está frente a la televisión, cambia de canal a cada segundo- Está aburrido de la monotonía, de ver siempre los mismos programas.
Ella siempre está cansada, hundida en una montaña de libros. Está harta de la ficción, de no poder crear su propia historia.
200 canales y todos son iguales, una farsa de la realidad.
100 libros y todos hablan de historias que ella nunca podrá vivir.
Los dos buscan algo más; algo que los haga felices, que los ayude a escapar de la monotonía.
En algún momento, él se podría aburrir de los programas repetidos. Apagaría la televisión y saldría de su departamento, en el elevador se encontraría con ella.
En algún momento ella podría decidirse a crear su propia historia. Saldría de su departamento a caminar un rato. En el elevador se encontraría con él.
Ella lanzaría una sonrisa tímida. Él le preguntaría su nombre. Ella lo invitaría a tomar un café. Él la besaría en el elevador. Ella lo llevaría a su departamento. Él le prepararía el desayuno. Ella lo llamaría al día siguiente.
Pasarían horas y horas de tomar café y de besos en el elevador. Ella se olvidaría de la ficción. Él apagaría la televisión para besarla.
En algún momento ellos podría encontrase. En algún momento ellos podrían enamorarse. Pero ninguno de los dos esta dispuesto a cambiar.
Él sigue viendo un programa repetido. Ella ha empezado un nuevo libro.
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