El tercer cigarro de la noche

La empuje, no pude evitarlo. Estaba ahí, ignorándome, como si no hubiera pasado nada, como si yo no existiera. No pude resistir, le hablaba a él como si siempre hubiera sido suyo. ¿Y yo? Ninguno de los dos parecía pensar en mí. No parecía importarles que  estuviera ahí, escuchando sus estúpidas palabras de amor. Me hubiera conformado con un silencio incomodo, con que hubieran notado mi presencia y se llevaran su romance a otro lugar. Prefirieron olvidarme. No pude soportar más; viéndolos, escuchándolos; sentí que mi estomago se comprimía y mi corazón estaba a punto de explotar; así que la empuje, sin pensarlo. La vi volar entre la multitud, la vi caer a las vías del metro...


Tu comentario es muy importante para nosotros, hace que este blog siga vivo. Puedes comentar aqui abajo y poner lo que tu quieras. Si te gusto el post compartelo seguro hay alguien que le encantara leer esto. Compartelo en twitter o facebook. Si te gusto la pagina hazte fan en seguidores y vuelvete un miembro de la sociedad  de los amantes muertos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario